ORÍGENES DE LOS REALITY SHOWS (parte 1)

El género de los llamados reality show nace en Holanda, en la década de los 90, cuando en la televisión de ese país deciden llevar a la pantalla una novela de George Orwell, llamada “1984”, escrita por este mismo autor, el año 1948. La novela planteaba como vivirían los hombres en el año 1984, y Orwell imaginaba que lo hacían bajo la vigilancia de alguien llamado “El Gran Hermano”.
En la novela el estado omnipresente obliga a cumplir las leyes y normas a los miembros del partido totalitario mediante el adoctrinamiento, la propaganda, el miedo y el castigo despiadado. La novela introdujo los conceptos del siempre presente y vigilante Gran Hermano, de la notoria habitación 101, de la ubicua policía del pensamiento y de la neolengua, adaptación del inglés en la que se reduce y transforma el léxico.
Muchos comentaristas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana.
Dentro de lo que podría considerarse los antecedentes históricos del género, varios autores coinciden en señalar: con respecto a la “televerdad” en general. Las referencias son infinitas, y se remontan casi a los orígenes de la televisión que siempre tuvo una preocupación por reflejar al espectador. Pero recién a fines de los 60 y principios de los 70, se comienza a pensar en formatos que lo incluyan sistemáticamente, con fines comerciales.
Pero el estallido de los reality shows en la televisión mundial se produce, como afirmamos anteriormente a fines de los 90, y se relaciona con muchos factores. Entre ellos, los más importantes son económicos: se trata de un formato global exportable, ya que se adopta fácilmente a las peculiaridades de cada país; de bajo presupuesto y sobre todo, de alto rendimiento, esto es, relación costo-beneficio es muy rendidora para los productores y emisores, ya que genera buenos niveles de audiencia, posibilidades de comercialización (merchandising, Internet, sinergia a través de distintos canales de distribución) y autopromoción por tratarse de géneros de gran “pregnancia” (producen debate, conversación, artículos periodísticos, etc.)
La aparición del reality show como género produjo una ruptura del estatuto que, hasta entonces, era el principal clasificador de los contenidos televisivos: el estatuto de ficción/no ficción.
John de Mol es una suerte de mito viviente. Su empresa Endemol es la productora de alguno de los más famosos reality show del mundo.
Cuando se le preguntó (en una de las tantas entrevistas que realizó a los medios de comunicación) a John de Mol, de dónde había nacido la idea de los reality shows el mismo respondió: “combinamos la idea de un descanso, con un proyecto científico norteamericano llamado “Biosfera dos” (1994), donde científicos vivieron juntos en una especie de casa de vidrio por dos años”.
Los formatos creados por la empresa holandesa Endemol, son una variante de los reality show, y mezcla programas de concursos, programas de auditorio, talk shows, confesionarios, telenovelas, documentales y periodismo, a través del uso de entrevistas y reportajes, posibilitando también a la audiencia a participar a través de cartas, e-mail, teléfono e Internet.